Introspección sobre mis experiencias en la universidad por Celesta Van Wyk

Cuándo yo estaba en el colegio aprendí que ser inteligente significaba ser astuto. En el colegio teníamos “caminos”. Si tenías todo A en el colegio, estabas bien. Tenías éxito en todo porque tenías toda la ayuda que era necesaria. Si tenías todo B, eras promedio. Si tenías menos, pensaban que eras estúpido. Yo tenía todo A y nos dijeron que éramos los mejores. Íbamos a la universidad muy lejos porque éramos muy inteligente. Mis amigas eran menos porque no tuvieron las notas perfectas. Por muchos años pensé que esto era verdad. Cuando recibí la aceptación de Michigan, escuché que yo 

era perfecta, iba a ser genial y que Michigan era genial! Mis profesores, mis padres, mis hermanas, mis amigas me dijeron que yo era muy inteligente. Cuando vine a la universidad aprendí que no es verdad. Toda mi vida pensé que yo era inteligente. Pero yo aprendí en la universidad que soy estúpida también. Porque hay una diferencia importante entre las personas con oportunidades y los inteligentes y hay una diferencia ent

 

 

re los inteligentes y las personas con buenas notas.  
Cuando era niña, solo tenía dos años, mi madre me forzó a leer. Mis padres me ayudaban con mi tarea sí necesitaba y cuando recibía una B, estaban muy enojados. No era un opción. Necesitaba tener todo A. Mi madre me forzó a leer día tras día y a estudiar siempre.
En la universidad me di cuenta de que muchas personas no son realmente inteligentes, solo recibieron buenas notas. Me di cuenta de que hay muchas cosas que son importantes y mis notas y mi carrera no me importan tanto ahora porque hay solo una cosa que me 

importa y es la felicidad. Muchas personas no asistieron a la universidad y son famosas porque son inteligentes realmente. La inteligencia depende de tus habilidades más que de las notas de escuela. Antes de que la universidad empezara yo creía que quería ser rica y famosa y tener éxito y dinero. Pero ahora yo sé que nunca seré feliz si no tengo el amor de las personas que me importan. Estoy creciendo. Tengo muchísimas cosas para aprender. Ahora yo sé que no es importante lo que yo haga porque mi mundo es amplio y mi vida es corta y solo quiero ser feliz.