Comenzar la universidad puede ser muy estresante. Yo tenía miedo porque no sabía cómo sería vivir lejos de mi casa por mucho un tiempo. Hay muchos pequeños cambios que ocurren. Por ejemplo, tengo que lavar mi propia ropa, debo programar mi tiempo y necesito hacer suficiente ejercicio y comer saludable. La mayoría de estos cambios no han sido muy difíciles, pero otras cosas han sido difíciles.
La semana pasada no me sentí bien y tuve que ir al médico sola. El doctor prescribió antibióticos y necesité hacer un seguimiento de la frecuencia con la que tomaba mi medicamento. Otro cambio que me resultó difícil es despertarme por la mañana. Yo suelo dormir hasta tarde y en la escuela secundaria mi madre me despertaba. Ahora, tengo que levantarme con la alarma por la mañana para no perder mis clases. Además, ahora tengo que presupuestar mi dinero. Necesito asegurarme de que no estoy gastando mucho dinero en comida y que estoy comiendo en el comedor la mayor parte del tiempo. También necesito aprender a ahorrar, así que cuando quiero hacer algo por la diversión, tengo el dinero para hacerlo.
Al comienzo de la universidad, extrañaba mucho mi hogar y mi familia. La mayoría de las personas extrañan a sus amigos y familiares porque los aman. Sin embargo, ahora estoy pasando el mejor momento y ya no estoy triste ni nostálgica sobre mi vida en mi casa. Ahora me está haciendo bien la universidad, y estoy buscando nuevos clubes y organizaciones en las que quiero involucrarme. Estoy viendo nuevas clases que puedo tomar para ampliar mi conocimiento. Yo hice un grupo increíble de amigos. Ya no estoy triste porque estoy lejos de mis amigos de la escuela secundaria porque tengo mis amigos aquí en la universidad que son los mejores. En general, lo estoy pasando muy bien en un nuevo entorno con gente nueva. El cambio fue difícil al principio, pero yo sé que al final vale la pena.