Los humanos en la tierra vivían una buena vida. Mientras algunos eran menos afortunados que otros, mucha gente era feliz. Algunas personas decían que el planeta no era saludable, pero nadie escuchó. Alguien debería haber escuchado. Los jóvenes trataron de decírselo a los políticos. Los científicos trataron de decirles a los políticos que los humanos no sobrevivían de esa manera. Ellos no escucharon. El planeta estaba cambiando – no teníamos las mismas cosas que siempre habíamos tenido. Por ejemplo, los plátanos comenzaron a desaparecer de la vida de las personas. También, otras frutas como las fresas, las cerezas, las manzanas, los mangos, las peras y los melones. Además, había muy pocos peces y menos carne que antes.
Sin embargo, los lugares que tenían dinero podían hacer su propia comida falsa. Así que cuando la gente pobre dejó de comer, al mundo no le importó. Luego, los alimentos se volvieron raros en los países ricos. La gente no tenía maíz, ni vegetales, como brócoli, espinacas, judías verdes, apio, lechuga y guisantes. La gente de los países ricos comenzó a morir porque no podían encontrar comida. Nadie podía vivir solo con comida falsa. Solo puedes vivir del azúcar durante cierto tiempo. La gente estaba desnutrida.
Fue lo peor de la humanidad. Fue terrible. Por lo tanto, la gente estaba perdiendo a su familia, sus mascotas y sus vidas. Los animales morían porque los humanos tomaban su comida y su agua. No podían hacer medicina. La población bajó a los últimos 100. Nadie sobrevivía. La última persona murió una muerte horrible – sin comida por semanas. La única cosa que puede sobrevivir en ese clima es algo que no necesita comer. No necesita una casa o una temperatura específica. Las únicas que sobrevivimos fuimos las bacterias. No necesitamos comida. No necesitamos agua.