Hola, me llamo Fred Murdock. Leíste sobre mi experiencia cuando fui a la pradera y ahora este cuento es sobre mi vida después que volví de la pradera. No dije el secreto a mi profesor en la universidad y no escribía el secreto en este cuento. El secreto no es importante si la persona que sabe el secreto no recorrió el camino para aprenderlo. Así que, este cuento es solo sobre mi vida después que aprendí el secreto, no sobre el secreto. Después que volví, terminé mis clases para recibir mi título universitario en las lenguas indígenas. Me tomó dos años más para terminar. En los dos años, conocí a Rosa. Ella era muy bella y muy divertida. Nosotros fuimos a restaurantes, partidos de fútbol y mucho más. Después de la universidad nos casamos. Por tres años fuimos muy felices. Pero un día, Rosa me dijo que ella quería tener un hijo. Esto fue un problema porque yo no quería hijos. Rosa estuvo un poco triste por dos o tres semanas pero después, ella estaba enojada conmigo. Ella me dijo que era necesario para ella tener hijos porque ella había querido hijos por toda su vida. También ella me dijo que si yo no quería hijos necesitábamos un divorcio, así que nos divorciamos. Después del divorcio fui a Connecticut para ver a mi familia y cuando estaba en Connecticut vi a uno de mis amigos de mi escuela secundaria. Nosotros fuimos a un restaurante y hablamos mucho. Me dijo que él trabajaba en una biblioteca en Yale y ellos necesitaban un bibliotecario nuevo. Le dije sobre el divorcio y que necesitaba salir mi ciudad. ¡Al día siguiente fui a Yale para una entrevista y dos días después tuve el trabajo! Me gusta trabajar en la biblioteca, tengo muchos amigos aquí, y veo mucho a mi familia. Estoy muy contento con mi vida.