¿Saben una cosa? Yo ahora me llamo Plaza de Mayo . Plaza es mi nombre y de Mayo mi apellido. Pero no siempre me llamé así. Porque yo he cambiado bastante y también he cambiado de nombres. Continue reading “Una plaza que habla (Fragmento) por María Hortensia Lacau”
La leyenda del pehuén errante (leyenda mapuche)
En una ocasión, una “niuque“* le habló a su hijo diciendo: “El invierno ha llegado más temprano que nunca y la tierra ya se encuentra cubierta de nieve. Tu padre, el gran guerrero, aún no ha vuelto de su viaje en busca de la blanca sal y temo que se haya extraviado. Habíamos convenido que volvería antes de la caída de las primeras nevazones, pero hasta hoy no sabemos nada de él. Quizá lo ha devorado un puma en la región de las salinas. Puede ser que el hambre lo agotó. Ahora estamos solos y quiero que vayas a su encuentro, para aliviarlo de la carga de sal que sin duda trae. Las provisiones que tengo aquí me alcanzarán hasta que vuelvas y no debes preocuparte por mí. En esta caverna los esperaré a los dos. Continue reading “La leyenda del pehuén errante (leyenda mapuche)”
Leyenda de la yerba mate (leyenda guaraní*)
Cuenta una vieja leyenda guaraní que Yasí, la diosa luna, hace muchísimo tiempo quiso conocer la tierra y ver con sus propios ojos todas las maravillas que apenas podía ver entre la espesura de la selva, allá abajo. Un día con su amiga, Araí, la diosa nube, bajaron a la tierra en la forma de dos jóvenes hermosas. Continue reading “Leyenda de la yerba mate (leyenda guaraní*)”
Nocturno por Ricardo Güiraldes
La amenaza* había quedado en Roberto como un presagio** de desgracia.
-Sí, humílleme; pero algún día, si Dios quiere, nos hemos de encontrar cara a cara***.
Bah, no era el primer caso… fanfarronadas+ de paisano++.
Roberto era hombre de afrontar un peligro, y no hizo caso del consejo: “Mire, patroncito*, que es mal bicho**.”
Volvía del pueblo: dos leguas+ cortas. Continue reading “Nocturno por Ricardo Güiraldes”
Leyenda de los dos soles por Polo Godoy Rojo
(…)Según contaban nuestros antepasados, la tierra era una esfera totalmente cubierta de muy abundante vegetación. Crecían árboles gigantescos a los que se enredaban helechos y enredaderas que hacían muy difícil el desplazamiento de los animales que la poblaban. Además, abundaban los ríos, arroyos y lagunas, que daban vida a vegetación tan lozana. Continue reading “Leyenda de los dos soles por Polo Godoy Rojo”
EL MENSAJERO DE SAN MARTÍN por Ada María Elflein
El general José de San Martín leía unas cartas en su despacho*. Terminada la lectura, se volvió para llamar a un muchacho de unos dieciséis años que esperaba de pie junto a la puerta.
-Voy a encargarte una misión difícil y honrosa. Te conozco bien; tu padre y tres hermanos tuyos están en mi ejército y yo sé que deseas servir a la patria. ¿Estás resuelto a servirme? Continue reading “EL MENSAJERO DE SAN MARTÍN por Ada María Elflein”
LA CRECIENTE por Juan Carlos Dávalos
Don Ventura Perdigones era un gallego* verdulero** que había en Salta.
Desde Vaqueros, donde tenía su huerta***, llevaba todas las mañanas al pueblo arganas ****de verduras frescas para vender por las calles.
Vaqueros es un lugar que dista dos leguas de la ciudad, y está situado en la margen izquierda del río de ese nombre.
Y digo río, porque se llama así en mi tierra, mal que pese al estricto sentido del vocablo, lo que en invierno apenas parecen arroyos* apacibles, y en verano se tornan con las lluvias, en formidables avalanchas de barro y piedras.
Una mañana venía el Vaqueros por demás crecido, como dice la gente de mi provincia. La noche anterior había caído una tormenta en los cerros, y, con tumultuoso estrépito, las turbias aguas * Continue reading “LA CRECIENTE por Juan Carlos Dávalos”
EL ETNÓGRAFO por Jorge Luis Borges
El caso me lo refirieron en Texas, pero había acontecido en otro estado. Cuenta con un solo protagonista, salvo que en toda historia los protagonistas son miles, visibles e invisibles, vivos y muertos. Se llamaba, creo, Fred Murdock. Era alto a la manera americana, ni rubio ni moreno, de perfil de hacha, de muy pocas palabras. Nada singular había en él, ni siquiera esa fingida singularidad que es propia de los jóvenes. Naturalmente respetuoso, no descreía de los libros ni de quienes escriben los libros. Era suya esa edad en que el hombre no sabe aún quién es y está listo para entregarse a lo que le propone el azar: la mística del persa o el desconocido origen del húngaro, la aventuras de la guerra o del álgebra, el puritanismo o la orgía. Continue reading “EL ETNÓGRAFO por Jorge Luis Borges”
El brujo postergado por Jorge Luís Borges
En Santiago había un deán* que tenía codicia de** aprender el arte de la magia. Oyó decir que don Illán de Toledo la sabía más que ninguno, y fue a Toledo*** a buscarlo.
Continue reading “El brujo postergado por Jorge Luís Borges”
El fantasma por Enrique Anderson Imbert
Se dio cuenta de que acababa de morirse cuando vio que su propio cuerpo, como si no fuera el suyo sino el de un doble, se desplomaba sobre la silla y la arrastraba en la caída. Cadáver* y silla quedaron tendidos sobre la alfombra, en medio de la habitación.
¿Con que eso era la muerte?