Cuando decidí asistir a la Universidad de Michigan, fue una decisión aterradora para mí. Había crecido en California con mi familia durante toda mi vida y apenas había dejado el estado. Michigan está a dos mil millas de donde nací y mudarme aquí fue un gran cambio para mí. Mis padres nunca fueron a la universidad. Quería hacerlos sentir orgullosos y ser un ejemplo para mi hermana pequeña.
Empecé en la Universidad de Michigan estudiando actuación. He estado actuando toda mi vida, desde los cinco años. En mi segundo año de universidad, decidí cambiar mis estudios. Esta también fue una decisión aterradora para mí. He sido una actriz durante toda mi vida y dejar atrás el arte del teatro para estudiar algo diferente fue un gran momento. Elegí cambiar los estudios porque me di cuenta de que estaba cometer con la justicia social. Tenía dos sub concentraciones además de el teatro, ciencias políticas y trabajo social. En cambio, quería estudiar esas cosas a tiempo completo. No quería dejar el departamento de teatro, pero sabía que si dejaba los estudios de actuación, nunca podría volver y mi vida cambiaría.
Tomé la decisión y transferí a LSA. Tenía miedo de estar en una escuela con tanta gente, mis clases solían ser quince personas y veía a las mismas ochenta personas todos los días caminando a clase. El campus central era un laberinto para mí. ¡Decidí aplicar a la Escuela de Políticas Públicas de Ford y me aceptaron!
Hoy no tengo miedo de tomar decisiones nuevas. Estudié en el extranjero en España y después viajé sola durante tres meses. No tengo miedo de ser yo misma y seguir mi corazón. Dejar el programa de actuación fue la mejor decisión que pude haber hecho por mí misma. Me permitió seguir todas mis otras pasiones y me dio más tiempo para explorar otras cosas. Siempre amaré el teatro y sé que me ha ayudado a crecer, pero hay nuevas aventuras en mi futuro.